FAMILIA Y ESCUELA: LA UNIÓN HACE LA FUERZA
Welcome back, my dear readers!😀 // ¡Bienvenidos de nuevo mis queridos lectores y lectoras! 😀
Conseguir que las familias estén
presentes en la escuela es una garantía de éxito en la educación, y su
involucración o no en el sistema educativo es una variable que condiciona,
según múltiples estudios, el fracaso escolar.
Siendo España uno de los países de
la Unión Europea con mayor fracaso escolar según los datos del informe PISA, se
debería replantear más seriamente el fortalecimiento del nexo de unión entre
las familias, la escuela y los educandos.
¿Será la solución asumir algún aspecto de otros países como Japón con un éxito educativo superior al nuestro?
Bien es cierto que el foco en el
sistema educativo japonés es totalmente diferente al nuestro: En primer lugar,
el profesor es similar a un “coach”, y prima el éxito colectivo sobre el
individual. Se trabaja la disciplina desde edades muy tempranas y se le da
mucha importancia a la educación en valores y al consecuente fomento del
desarrollo moral y personal de los alumnos.
Además, con lo que concierne a los
padres, a nivel general, en las casas se hace un seguimiento exhaustivo de los
estudios de los niños y se les enseñan hábitos de estudio desde temprana edad.
Es decir, en sociedades como la
japonesa, los padres tienen asimilado el deber social de participar activamente
en la educación de sus hijos.
Sin embargo, ¿hasta qué punto esto
es sano?
En Japón, el fracaso escolar está
muy penalizado, y para los padres, que sus hijos fracasen en las escuelas es un
motivo de vergüenza. De hecho, según fuentes, algunas madres desde el primer
trimestre de embarazo acuden a que expertos hablen a los bebés para que les
enseñen varios conocimientos.
En España la escuela intenta
apelar la presencia de las familias, sin embargo, esta situación es muy
compleja ya que no existe tanta disciplina y los contextos socioculturales y
socioeconómicos son muy diversos entre las familias. Es por ello necesario
apelar en la escuela a la presencia de las familias para mejorar la relación
entre el entorno familiar y el entorno escolar.
Obviamente esto no es “moco de pavo” y puede resultar una tarea bastante compleja, pero a través de distintas maneras como las que voy a presentar a continuación (que en realidad no son tan descabelladas) se puede intentar fortalecer esta unión:
Otra medida importante sería
fomentar el reconocimiento del otro y la conciencia intercultural: la
comunicación es vital, y pese a que no todas las familias tienen la iniciativa
ni la intención de participar en las escuelas, muchas veces son estas barreras
culturales las que echan para atrás la participación de familias extranjeras.
Y vosotros, ¿qué opináis? ¡Os leo en comentarios!
See you soon! // ¡Nos vemos pronto en otra entrada! 😋
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